Page 6 - Diario 20/07/2025
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Domingo 20 de julio de 2025 www.ladiscusion.cl
Ciudad
felipe ahumada jegó
[email protected] En ÑublE ExistEn cEntros dE Estudio y trabajo En san carlos y yungay
fotos: Mauricio ulloa
arón Jara se ofrece de Gendarmes califican
voluntario y nos da la
entrevista. Delgado, más
bien bajo, moreno y abri-
Agado con una parka negra
que presenta la suciedad de quien de “increíbles” cambios
ha estado removiendo escombros y
suciedad todo el día.
Tiene 27 años y comenzó a delin-
quir desde los 14. Ha caído por hurto,
quebrantamiento de condena y robo de actitud en internos
en lugar habitado. Dice que se dedicó
al robo porque “no todos tenemos la
misma crianza. No todos crecimos
en los mismos ambientes, en algunas
partes no es tan fácil”. que llegan a un CET
En medio de esa niebla social creyó
ver claros de sol. Intentó el trabajo
normal, buscó por la vía del estudio,
e incluso “conocí los caminos del
Señor”. Pero la densa neblina lo tenía “A los malvados delincuentes, como nos llama la gente, también se les puede sacar cariño y
atrapado, aunque no lo suficiente como
para hacerlo perder toda esperanza, bondad”, asegura Aarón, uno de los 17 reclusos del plantel sancarlino. Trabajan y estudian en el
porque “siempre había algo en mí que
me pedía salirme”. campo, sin barrotes ni muros. Pero aseguran que “para otros en la cárcel, esto es casi una traición”.
En la cárcel tenía su “piño”, porque
el piño es lo más parecido a ese que lo
acoge en el medio libre. En su barrio, la
gente se mueve en piños, nadie quiere
ser distinto al piño protector, el que a
su vez, demanda el celoso cumpliento
de sus códigos.
El que se pone a estudiar, el piño lo
aparta. El que trabaja o busca “hacer
conducta” deja de contar con la pro-
tección del piño y queda a merced de
su suerte.
“Pero uno empieza a crecer, a
madurar...y la mentalidad no es la
misma. Es doloroso que tu mamá
esté de cumpleaños y no estar con ella,
ni hablar las navidades. Es doloroso
perderse los mejores momentos de la
familia”, explica.
El martes pasado, mientras dor-
mía en su dormitorio lo despertaron
unos gritos lanzados con urgencia.
No era primera vez que despertaba
así. Cuando alguien del dormitorio
en la cárcel se trenza en combate con
otros internos, sí o sí debe acudir al
llamado.
Esta vez, el enemigo no era otro reo,
sino un implacable fuego que destruía
el máximo orgullo de la primera ven-
tana de salida de esa vida delictual que
añora dejar: la fábrica de longanizas
San Miguel, del Centro de Estudio y
Trabajo de Gendarmería. Ardió por
completo.
Los 17 internos (absolutamente
baneados por sus excompañeros de
cárcel) improvisaron como bomberos
junto al personal de Gendarmería y
evitaron que el daño fuera mayor.
Hasta hoy siguen limpiando y
ordenando, porque se juramentaron
reconstruirla.
Caminan libres por las 17 hectáreas
del CET, nadie los vigila con tanto
celo. Incluso algunos se van en micro
a trabajar como personal de aseo en
Gendarmería y vuelven antes de las
17 horas. Otros ocupan el taller y rea-
lizan trabajos en madera para poder
ganar algo extra. Nada de insultos, ni
amenazas, ni ataques, ni espantosas
peleas con estoque.
Aarón dice que tiene miedo de salir
y reincidir, pero a la vez asegura que
cree en la reinserción. “Si le pudiera
dar un consejo a esos adolescentes, les
diría que no hay nada más valioso que
la familia, la libertad o la posibilidad de
ser alguien en la vida. Les diría que no
se dejen llevar por el entorno, porque
cuando caes a ellos no les importa y
sólo es tu familia la que sufre”.
Finalmente, nos confiesa que le
gustaría que su nombre y el de todos Nadie se droga, tampoco hay riñas, ni amenazas, ni hacinamiento. Son 17 internos en San Carlos estudiando y
los internos del CET quedaran estam- trabajando en 17 hectáreas. Mientras en la cárcel de Chillán, el hacinamiento es del 400%.